martes, 26 de abril de 2011

Y si no salimos... tampoco pasa nada

Una de las peores semanas santas de la historia. Ni los más antiguos del lugar recuerdan una Semana Santa con cinco días casi sin cofradías. Ha sido la semana de las estadísticas. Desde la II República, en 1933, donde por motivos políticos, las cofradías no pudieron salir, no ha habido una Semana Santa tan frustrante como ésta. Y es que sólo el Domingo, el Miércoles y casi todo el Lunes Santo, se han salvado de las inclemencias meteorológicas.


Los meteorólogos, unas veces con más acierto y otras con menos, han sido los verdaderos protagonistas de una Semana Santa que nos ha dejado huérfanos de su núcleo central —Jueves, Madrugada y Viernes Santo—, donde no salió ninguna cofradía. Tampoco el Martes y Sábado Santo. El Lunes, por su parte, empezó mal —con el Polígono sin salir— pero acabó con el resto en la calle.


Ha sido la Semana Mayor sin sus mayores exponentes devocionales: Macarena, Gran Poder, Esperanza de Triana, Gitanos, el Cachorro... Sólo se mojaron con verdaderos aguaceros el Dulce Nombre —el Martes Santo—, la Trinidad y el Sol —el Sábado—. Y es que a la Catedral sólo han llegado este año Jesús Despojado, Paz, Cena, Hiniesta, San Roque, Estrella, Amargura, Amor, Redención, Santa Genoveva, Santa Marta, San Gonzalo, Vera Cruz, Penas, Aguas, Museo, Carmen Doloroso, Sed, San Bernardo, Buen Fin, Lanzada, Baratillo, Cristo de Burgos, Siete Palabras, Panaderos, Sol y Resurrección. Noticia de la página web: www.pasionensevilla.tv


Una foto desde las sillas que por primera vez nos han tocado y que no hemos podido disfrutar.


Ya se presagiaba una Semana Santa como la que ha pasado, pero no esperábamos que fuera así. Un Sábado Santo con ganas de más, un Domingo de Resurreción que ni los Resucitados de tantos sitios se esperaban tanta gente para verlos. Y sí señores, fue así.

Una Semana de agua, una semana de lágrimas, una semana de... ¿y ahora qué hago? No he escrito más veces "Vaya asquito de semana", como la de ésta.

Pero no debemos quedarnos con eso. También ha sido una semana de emoción, de estrenos, directa e indirectamente. Con dos vivencias distintas, un Domingo de Ramos que empezaba así,

http://www.youtube.com/watch?v=3ppuNBXYRuk (Va por tí, Costalero de la Amargura) 
Vaya video, Pedro. Lo vas a tener difícil el año que viene para superarte.

Un paseo junto a mi hermandad del Puerto que ya no la concibo sin mi compañera de sitio. No sería lo mismo sin tí, ni sin mi fotógrafa favorita y su gran bolso. Bueno, y "Andradessssssss... que te voy a llamáaaaa". Este año si que he sentido esos andares cerca, tanto que como me descuidara y me quedara parada, una maniguetera  (que ella sí que lo vive aun más que todos nosotros) acabaría adelantándome.

Y terminaba comiendo bocadillos (uno no, sino dos) en el suelo de la hermandad todos juntos.

Miércoles Santo... un día íntegro y exclusivamente para la hermandad de Nervión. Un día de prisas, de levantarme temprano, de que no se olvide nada, de nuevos sitios, de 12 de la mañana,


de no beber agua (cosa que este año no he podido evitar y he conocido la Iglesía de San Esteban por dentro), de no llevar gafas, de mi familia, de los que ya no pueden salir y no dejan la hermandad (y que no irán con su túnica, pero como si la llevaran), de nuevos compañeros de... (este año, estandarte, nada de tramo), de  ¿cuándo llegamos?

... de ilusión.

De espera, de Consuelo de María, las dos y media de la madrugada y entrada.

"Y si no salimos... tampoco pasa nada" ¿A quién no le han dicho esto esta semana? Por desgracia, a muchos de nosotros, que por cierto me incluyo. Pero me equivoco al pensar que es una frase con un toque negativo. Algunos piensan que los cofrades sólo nos importa una semana al año, se equivocan.

¿Y si no salimos? NO PASA NADA, compartiremos muchos momentos más: feria, convivencias... que sabemos serán igual de emocionantes que esta semana. 

Por cierto, ya tengo mi traje de flamenca preparado.

martes, 19 de abril de 2011

Y nos fuimos de estreno

¿Quién me iba a decir a mí que viviría una estación de penitencia por partida doble? Que me perdería un Domingo de Ramos en Sevilla, que había Semana Santa más allá de la Avenida de la Palmera.

Que viviría risas en noches de verano, misas y su correspondientes noches de ágapes, convivencias (cada cual mejor), zambombás, besapié y besamano de nuestros titulares... 

Un año entero cargado de vivencias que culminan con la Cuaresma y que este año llevaba a sus espaldas un toque especial. 

Y no soy la única que se ha dado cuenta:

Noticia extraida del Diario de Cádiz a fecha: 18 de Abril de 2011

Emoción contenida en San Joaquín

Los costaleros volvieron a hacer gala de su buen hacer bajo los pasos

Cinco de la tarde en la parroquia de San Joaquín. Hace pocos minutos que se han abierto las puertas y han dejado paso a la cruz de Guía de la hermandad de la Flagelación. Numeroso público se arremolina en las afueras del templo para ver la salida de la procesión, una de las más emocionantes de la Semana Santa local debido a la dificultad que conlleva la salida de las imágenes, sobre todo la del paso de Palio,  lo que requiere una habilidad excepcional por parte de los costaleros, que sacan a la Virgen de rodillas.

Media hora más tarde los dos pasos de la hermandad ya están en la calle y la salida ha sido tan emocionante como siempre, el esfuerzo de los costaleros se ha visto recompensado por los aplausos y el respeto de los allí presentes.

Este año de nuevo la hermandad retrasaba casi una hora su salida, ya que en los dos años anteriores lo había hecho más temprano ya la recogida  había sido demasiado precipitada. Ayer, además, la hermandad realizó algunos cambios con respecto al recorrido del año anterior, por ejemplo al dejar de pasar por la plaza de Isaac Peral, tomando en su lugar las calles Cervantes y Chanca, accediendo después a Larga desde la calle Cielo.

Del desfile de ayer cabe destacar el estreno del manto de Nuestra Señora de la Amargura, en virtud de un diseño de David Calleja, donado y realizado por un grupo de hermanas. En los bordados del manto destacan elementos a juego con los detalles del palio, como algunos racimos de uvas. El paso de  misterio, por otro lado, sigue adelante con su proceso de dorado, quedando aún pendiente la conclusión de los laterales del mismo.

La recogida del último paso de  la procesión se producía pasadas las doce de la noche, un momento también muy especial que cada año siguen desde las puertas de San Joaquín numerosos  portuenses devotos del Cristo Flagelado y de María Santísima de la Amargura.

No sé que habrá sido, ¿habrá sido el manto que con tanto orgullo ha lucido este año? 


¿Habrá sido gracias al cariño que día tras día han derramado sus hermanas sobre él? Sí que lo sé...

Es cada detalle.






Porque no hace falta ser numerosa para sentirse grande, no hace falta ser una hermandad de Capital para sentirse HERMANDAD. Porque yo no lo sabía... y ahora lo sé.

Porque detrás de las puertas de la iglesía de la Calle Cielo, se esconde una flor. La flor de San Joaquín. La Amargura. 


Pero todo esto es posible gracias a todos los que están detrás, porque sin ellos y cada DETALLE que aportan, no sería posible. Porque luchan contra viento y marea a todas las posibles críticas  para hacer posible cada vivencia.


Y me vuelvo a repetir: ¿Quién me iba a decir a mí que viviría una estación de penitencia por partida doble? O mejor aún, ¿Quién me iba a decir a mí que me perdería un Domingo de Ramos en Sevilla? Pues sí, y aquí estoy, soy hermana de la Amargura, pero la Amargura del Puerto de Santa María.

lunes, 11 de abril de 2011

A sones de Margot

Primero, música de fondo, Margot, por supuesto.

De la banda de la Oliva de Salteras, que no iba a ser menos.

Menos de una semana para su llegada, pocos días.

Semana de abril, días de sentimientos, horas de cansancio, minutos de aplausos... que ya se acercan, que rememoramos de años anteriores, que soñamos.

Este año se ha hecho larga su espera, y lo sabiamos desde que mirábamos el calendario en navidades y deciamos:  ¡qué tarde es este año! Abril, anda que no queda lejos...



Pues ya está aquí, ya sacamos las túnicas del armario (este año, dos), se planchan, se cosen los escudos y se cuelgan en el salón hasta el día que nos despertemos y sea el gran día. Miramos que nuestras cruces y medallas estén en su sitio. Lugar que han estado todo el año viendo como llegaba su momento para representar, una hermandad, MI hermandad.




Esa que, desde pequeña veía en un segundo plano. Como mi padre se ponía la túnica, la que estaba colgada en la puerta del dormitorio de casa de mi abuela para que no arrastrara por el suelo. Mirando que fuera la correcta. Porque no era la única.


Sones de cornetas. Flores que caen del cielo. Caramelo en Luis Montoto. Bocadillo. Una calle donde los pasos no se paran. Noche de miércoles santo. Saeta en Calle Goya. Luces apagadas. Me voy a dormir.

Años, dónde la historía se repetía cada Míércoles Santo.

He crecido, o al menos eso creo.

Ahora soy yo, la que años después toma el relevo de llevar con orgullo mi cruz de hermana. Esa hermandad que cada Miércoles Santo acompaño junto a mi hermana y mi prima. Gracias Papá por involucrarme esta creencia. Gracias Tío Ramón por hacer que fuera esta hermandad. Mi hermandad. La Sed.

miércoles, 6 de abril de 2011

Marzo ha pasado...

Marzo ha pasado. Cargado de buenos y malos recuerdos. De hojas caídas, aún siendo primavera, y sentimientos robados. De incertidumbres no anunciadas y decisiones acertadas. ¿o no?







De miradas desenfocadas de antaño,











convertidas en luz y color.







De sentimientos robados en una mañana,
A otros, redescubiertos, como quien guarda
algo en un cajón y lo encuentra años después.




De amistades que demuestran lo que valen, sólo con su presencia.

Pero aunque los días no hayan sido como uno quiere, o sean fruto de sentimientos contradictorios, siempre hay que tener una meta. Costará más o menos, pero yo la voy a encontrar.