martes, 25 de diciembre de 2018

Un mago de Terramar (Úrsula K. Le Guin)

Un mago de Terramar es el primer libro que leo de la autora Úrsula K. Le Guin. Es el primero de una saga llamada Historias de Terramar. De hecho, en la búsqueda que realicé para leer alguna saga fantástica, lo que más me llamó la atención de esta es la fecha de su publicación (1968) y los libros que le siguen al que hoy describo. 

Al igual que otras novelas fantásticas, Historias de Terramar está ambientada en un archipiélago ficticio, en el cual el personaje principal, Ged se enfrentará a la búsqueda de la sombra que persigue. 

Esta novela, en particular, no sé qué ocurrirá en el resto, se asemeja a las novelas de Harry Potter y a las novelas de Tolkien. Sin embargo, a diferencia de las dos citadas con anterioridad, Ged no se enfrenta a un ser maligno que atemoriza a las distintas islas. Sí bien es cierto, el protagonista se aventura a convertirse en hechicero y derrotar a su sombra.

Me apetecía leer este tipo de novelas fantásticas, y aunque pueda parecer juvenil, tiene un hilo de novela adulta en la que a lo largo del libro debes reflexionar, imaginarte los escenarios donde el mar, los barcos y los pueblos pesqueros son los verdaderos protagonitas. Seguramente continuaré la saga por conocer más sobre este hechicero. Sin embargo, me quedo con un primer libro que todavía no llega a engancharme en la historia, pero sí en sus fantásticos paisajes descritos. 


domingo, 25 de noviembre de 2018

Dime quién soy (Julia Navarro)

No recuerdo si ya he leído algo de Julia Navarro. Me parece que sí. Es posible que hayan sido las circunstancias en las que lo he leído que por desgracia, he tenido más tiempo de la cuenta. En cambio, para la lectura del libro ha sido ideal porque no he parado de leer. 1104 páginas en una semana. Guau. Hacía tiempo que no me planteaba la lectura de un libro tan extenso.

En este caso, no tenía referencia casi ninguna del libro. De hecho, no recuerdo ni por qué empecé a leerlo. Lo cierto es que su historia ha conseguido engancharme y hacer que lo lea en muy poco tiempo.

Lo que al principio parecía una niña consentida de los años 30 en España, burguesa y con la vida resuelta, se convirtió en una historia de espionaje, viajes, amantes... Su protagonista Amelia experienta todo tiempo de situaciones a lo largo de su vida, pero para conocer su historia, Guillermo (su bisnieto) viaja por todo el mundo. En un principio sin sospechar que lo que se avecinaba era mucho más de lo que esperaba. 

Comienza con un rechazo absoluto de su madre (nieta de Amelia) hacia ella y un proceso de investigación sobre una persona que Guillermo desconocía por completo. Esta viaje le llevará por la España anterior a la Guerra Civil, a Francia, Rusia, Argentina, Inglaterra, Italia, Polonia y Alemania. Cada una de ellas, en distintas situaciones y realidades que harán que la joven Amelia, de convicciones comunistas, busque la libertad de su país. En dicho objetivo, será pieza fundamental en las comunicaciones sobre lo que ocurre en la II Guerra Mundial, su país natal y los distintos países por los que pasa, siempre con sus amantes dado que ella estaba casada antes de marcharse de España y además, tenía un hijo.

Detalla ciertos aspectos de la historia que te hacen recorrer las situaciones de los países por los que ella pasa. Me ha podido la curiosidad por conocer qué ocurría durante la II Guerra Mundial y posterior a ella. 

Al principio pensaba que era un libro que describía la posición de una persona comunista y que todo giraba en torno a esa ideología. Pero como todo en la historia, en función de tu punto de vista, ni todos son tan malos, ni todos son tan buenos. Cito una parte del texto que me parecía relevante: "Ella no pensaba como él: traicionaría mil veces aquella España de Franco si con ello pudiera acabar con el dictador. Era su manera de entender la lealtad a su país y a las ideas que había llevado a su padre al paredón". 

Finalmente, no me podía imaginar la importancia que tenía el título del libro hasta el final. Me ha encantado. En respecto al desarrollo de la historia, sí es cierto que hay alguna que otra parte que me ha costado un poquito más de leer, pero quizás por las circunstancias mías o no sé por qué, el libro en resumidas cuentas, sin llegar a ser un novelón, me ha entusiasmado su lectura. 

¿Lo recomendaría? Sí. 





jueves, 22 de noviembre de 2018

Si hay Dios...


Podrás llevarte aquellos que me importan, 
despojarme de mis ropas, desviarme de la luz, 
podrás llenar de oscuridad mis sueños, 
podrás porque eres tú.

Hoy, haciendo una pequeña labor que tenía que hacer, escuchaba esta canción. Una canción que bastantes años ya. De un disco muy especial para muchos y también para mí. Letras que en ciertos momentos de la vida se ajustan a las circunstancias. Dice aquellas cosas que en estos días he sentido:

Podría haber llorado un mar de lágrimas
saladas, arrojarme a los abismos 
y partirme el dos el alma, desatar la tempestad 
y el huracán de mi garganta
y confesar desesperado que no puedo con mi rabia
aunque mi actitud no soy tan evidente
que el dolor cuando es por dentro es más fuerte
no se alivia, con decírselo a la gente.

Por eso, cuando pasan los días son distintos los sentimientos. Un fuerte choque, una zancadilla en las ilusiones para pasar a la aceptación. Y dentro de esos pasajes que nos hace pasar la vida de vez en cuando, llegan los mensajes de las personas que te quieren y te llenan el corazón. No puedo resistirme emocionarme al leerlos y ahí es dónde está Dios. Por eso, y aunque seguro que pocos vais a leer esto, gracias de corazón.


martes, 6 de noviembre de 2018

Frankenstein (Mary Shelley)

El día que desde el club de lectura al que pertenezco propusieron leer el libro de Frankenstein sentí algo de rechazo hacia el libro. Pero inmediatamente, me invadía la curiosidad. ¿Sería el libro como tantas películas han descrito a este monstruo? O quizás, como siempre pasa, las películas y series no hacen justicia con el manuscrito original. Y así es, ha sido tal mi agradable sorpresa con este libro sobre cómo ha conseguido captar mi atención, que puedo asegurar que el libro le da mil vueltas a cualquier interpretación posible del mismo.

Para el que no lo sepa, Frankenstein o el moderno Prometeo fue escrito por Mary Shelley y publicado en 1818. Enmarcado dentro de la novela gótica, este texto se relaciona con la ciencia, la moralidad entre la vida y la muerte, la relación con Dios, entre otros. Supongo que serán muchas las alegorías que son posibles de enlazar en esta novela, pero no soy una erudita en el tema, por lo que no voy a entrar. Me voy a limitar a dar mi impresión.

Desde el principio, es un libro que engancha sobre todo porque las acciones suceden aceleradamente. Además, piensas que se va a asemejar al monstruo que conoces y que tú mismo le pones cara en tus pensamientos. Me resulta fácil ponerle escenarios allá donde el libro describe. Por eso, quizás he conseguido enfocar el argumento e involucrarme en la historia. De hecho, se me ha quedado corta. 



lunes, 5 de noviembre de 2018

Las gafas de la felicidad (Rafael Santandreu)

Nunca había leído nada de Rafael Santander. Es cierto que tenía muchas ganas de leer algo de él. Sobre todo este libro que me habían recomendado. Si bien es cierto, lo cogí con muchas ganas pero conforme pasaba el tiempo fue disminuyendo mi entusiasmo por el mismo.

Como todos los libros de autoayuda que me he leído, acabo aburrida. La temática principal suele abarcar, prácticamente siempre, el positivismo, cómo enfrentarse a las dificultades... Pero al final considero que todo eso va con la personalidad. Podrán darnos ejemplos de cómo solventar un problema, pautas, consejos, pero si algo me ha servido en los 33 años que tengo, es aprender a discernir y reflexionar ante las tomas de decisiones. Calmarse y ver las cosas con perspectiva.

Volviendo al tema principal, es decir el libro, han pasado algunos meses desde que lo leí y no me acuerdo apenas de nada. Será por algo. En definitiva, me gusta más Elsa Punset para este tipo de libros. No diré que no volveré a leer nada de él. No lo sé. 


jueves, 9 de agosto de 2018

La Isla de Alice (Daniel Sánchez Arévalo)

Cuando lees la publicidad de este libro, te incluyen descripciones como Thriller e historia de superación. De hecho, le acompaña que fue finalista Premio Planeta en 2015. 624 páginas.

Os contaré la trama a modo de resumen. Alice pierde a su marido, Chris en un accidente de coche en una dirección que no es la habitual de trabajo. En ese momento, ella se encuentra embarazada y con una niña pequeña. Inmediatamente, descubre que las pistas la orientan a una isla llamada Robin Island, en la que en su primera visita, da a luz a su segunda hija. 

Ni corta ni perezosa, decide irse a vivir a la isla con la finalidad de encontrar por qué todas las pistas llevan a ella. Como si fuera un detective, monta en su casa una sucursal espía de todos los vecinos, a los cuales nombra como Sospechoso 1, 2, 3... 

Así 400 y pico páginas que cuenta su día a día hasta que al final sucede lo que te vienen oliendo en esas "taitantas" páginas. Que sí que sí, que te piensas que lo que tiene es una mujer allí, si lo lees descubrirás el final. 

Y ahora lo que pienso. Pues, sí, novela de verano, de lenguaje fácil, con demasiadas páginas y con diálogos demasiado largos que casi siempre me los he saltado porque no sirven de nada. Pero bueno, me lo he leído en verano, no he tardado mucho y tiene sus partes divertidas o al menos, de las que te lees rápidillo. En definitiva, le sobran bastantes páginas.

martes, 3 de julio de 2018

Hay más en dar que en recibir

Parar. Escribir. Reflexionar. Mirar hacía atrás, pero simplemente un momento para coger impulso y para ver las experiencias que he recopilado este curso. Nunca pensé que llegaría. No tengo que pedirle más que salud para mi alrededor y sólo darle las gracias. Gracias por tanto, por lo vivido y por lo que me queda por vivir. 

Algunos ya sabéis que carezco del don de la escritura, lo sé. Se me da mal y qué le voy a hacer. De hecho, os preguntaréis, ¿por qué escribe si se le da mal? Ya, bueno, pues porque exteriorizar lo que uno siente es contagiar de alegría al resto del mundo. Un universo lleno de incertidumbre donde el día a día es complicado, donde ver o leer las noticias nos hace sentirnos indefensos ante lo que ocurre. Pero en esa vorágine de noticias estamos nosotros con nuestras circunstancias. A veces buenas, otras "reguleras" y en ocasiones, no tan buenas. Y es ahí, cuando aún queda alegría en las sonrisas, en la amistad, en el amor, donde debemos centrarnos y pensar que podemos ser uno mismo gracias a la libertad que nos ha sido concedida. Sin perderla y con ganas de contarla, aquí estoy.

Cuando tu vida gira entorno a un curso escolar, junio es como diciembre, así como septiembre, enero si lo asimilamos a un año. Es por ello, que es en junio donde visualizamos los meses anteriores, cómo han ido estos meses, qué he hecho, desarrollado y sobre todo, dónde puedo crecer como persona y como profesional. Los que me conocen saben que no sé estar sin hacer nada, siempre con una idea en la cabeza y muchas veces pienso que agobio al que tengo al lado mía. Pero soy así. Lo siento. Ni mucho menos quiero agobiar a nadie. Si la idea ayuda al resto, más cabezota me pongo con ella. Porque me encanta. Dice Mary Ward que "hay más en dar que en recibir" y tanto si lleva razón. 

No pensé en hacer arquitectura por acabar dando clases en un colegio, no la comencé pensando que llegaría a ser doctora. Ni tampoco que aprendería tanto de las TIC. Y aquí estoy, haciendo balance de un curso que comenzó con la lectura de la tesis en septiembre. Siendo Cum Laude  (¡guau! y parece que fue ayer cuando realmente han pasado ya varios meses). Después de tantos años con ella y que conste que no la echo nada de menos. Pero ese no es sólo el caso por el que escribo. 

Noviembre, diciembre, nuevas experiencias, nuevos alumnos, asignaturas y retos. Aprendizaje y servicio, aplicaciones y compañeros que pasan a ser amigos. Muchas horas de trabajo y superación intentando dar lo mejor de mí para que aprendan. Ellos y yo. Porque aquel que piensa que no aprendemos de los demás, está MUY equivocado. Cada día, una nueva aventura y búsqueda de cómo afrontar una decisión. También de las circunstancias no tan buenas se aprende, valoras lo que tienes.

Un curso en el que mi compañero de viaje, con el que comparto mi día a día, siempre ha estado ahí. Aquí o desde algo más de allí. Con todo esto quiero decirte que, aunque hay veces que me equivoco y me agobio, sobre todo me agobio con tonterías cuando hay otras más importante, quiero que la felicidad que pueda darte sea de verdad. Así que recojo toda la que tengo y me la guardo para ti. Porque ahora, después de un curso tan bueno, me quedan dos meses por delante para estar juntos. Para coger fuerzas y enfrentarnos a a mucho más.