De miradas desenfocadas de antaño,
convertidas en luz y color.
De sentimientos robados en una mañana,
A otros, redescubiertos, como quien guarda
algo en un cajón y lo encuentra años después.
De amistades que demuestran lo que valen, sólo con su presencia.
Pero aunque los días no hayan sido como uno quiere, o sean fruto de sentimientos contradictorios, siempre hay que tener una meta. Costará más o menos, pero yo la voy a encontrar.
Marzo se fue, con el la larga letanía de las coplas que nos hicieron eternos y soñadores una vez más. Se fue pero deja de su mano, de la dulzura de su blanca azucena, un mes de abril que se cuela por las esquinas de nuestra ciudad tan extraña como sencilla. Abril de besos al atardecer, de miradas complices bajo una madre que en su amargura no deja ver su dulzura, de sentimientos, de pasiones eternas que se clavan en nuestra retina, como tus fotografías que hablan sin hablar, que marcán el compás de la calle, la sombra fresca del valle. Sevilla...
ResponderEliminarRaúl Delgado
Muchas gracias Raúl, me encanta lo que has puesto.
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