martes, 19 de abril de 2011

Y nos fuimos de estreno

¿Quién me iba a decir a mí que viviría una estación de penitencia por partida doble? Que me perdería un Domingo de Ramos en Sevilla, que había Semana Santa más allá de la Avenida de la Palmera.

Que viviría risas en noches de verano, misas y su correspondientes noches de ágapes, convivencias (cada cual mejor), zambombás, besapié y besamano de nuestros titulares... 

Un año entero cargado de vivencias que culminan con la Cuaresma y que este año llevaba a sus espaldas un toque especial. 

Y no soy la única que se ha dado cuenta:

Noticia extraida del Diario de Cádiz a fecha: 18 de Abril de 2011

Emoción contenida en San Joaquín

Los costaleros volvieron a hacer gala de su buen hacer bajo los pasos

Cinco de la tarde en la parroquia de San Joaquín. Hace pocos minutos que se han abierto las puertas y han dejado paso a la cruz de Guía de la hermandad de la Flagelación. Numeroso público se arremolina en las afueras del templo para ver la salida de la procesión, una de las más emocionantes de la Semana Santa local debido a la dificultad que conlleva la salida de las imágenes, sobre todo la del paso de Palio,  lo que requiere una habilidad excepcional por parte de los costaleros, que sacan a la Virgen de rodillas.

Media hora más tarde los dos pasos de la hermandad ya están en la calle y la salida ha sido tan emocionante como siempre, el esfuerzo de los costaleros se ha visto recompensado por los aplausos y el respeto de los allí presentes.

Este año de nuevo la hermandad retrasaba casi una hora su salida, ya que en los dos años anteriores lo había hecho más temprano ya la recogida  había sido demasiado precipitada. Ayer, además, la hermandad realizó algunos cambios con respecto al recorrido del año anterior, por ejemplo al dejar de pasar por la plaza de Isaac Peral, tomando en su lugar las calles Cervantes y Chanca, accediendo después a Larga desde la calle Cielo.

Del desfile de ayer cabe destacar el estreno del manto de Nuestra Señora de la Amargura, en virtud de un diseño de David Calleja, donado y realizado por un grupo de hermanas. En los bordados del manto destacan elementos a juego con los detalles del palio, como algunos racimos de uvas. El paso de  misterio, por otro lado, sigue adelante con su proceso de dorado, quedando aún pendiente la conclusión de los laterales del mismo.

La recogida del último paso de  la procesión se producía pasadas las doce de la noche, un momento también muy especial que cada año siguen desde las puertas de San Joaquín numerosos  portuenses devotos del Cristo Flagelado y de María Santísima de la Amargura.

No sé que habrá sido, ¿habrá sido el manto que con tanto orgullo ha lucido este año? 


¿Habrá sido gracias al cariño que día tras día han derramado sus hermanas sobre él? Sí que lo sé...

Es cada detalle.






Porque no hace falta ser numerosa para sentirse grande, no hace falta ser una hermandad de Capital para sentirse HERMANDAD. Porque yo no lo sabía... y ahora lo sé.

Porque detrás de las puertas de la iglesía de la Calle Cielo, se esconde una flor. La flor de San Joaquín. La Amargura. 


Pero todo esto es posible gracias a todos los que están detrás, porque sin ellos y cada DETALLE que aportan, no sería posible. Porque luchan contra viento y marea a todas las posibles críticas  para hacer posible cada vivencia.


Y me vuelvo a repetir: ¿Quién me iba a decir a mí que viviría una estación de penitencia por partida doble? O mejor aún, ¿Quién me iba a decir a mí que me perdería un Domingo de Ramos en Sevilla? Pues sí, y aquí estoy, soy hermana de la Amargura, pero la Amargura del Puerto de Santa María.

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