Primero, música de fondo, Margot, por supuesto.
De la banda de la Oliva de Salteras, que no iba a ser menos.
Menos de una semana para su llegada, pocos días.
Semana de abril, días de sentimientos, horas de cansancio, minutos de aplausos... que ya se acercan, que rememoramos de años anteriores, que soñamos.
Este año se ha hecho larga su espera, y lo sabiamos desde que mirábamos el calendario en navidades y deciamos: ¡qué tarde es este año! Abril, anda que no queda lejos...
Pues ya está aquí, ya sacamos las túnicas del armario (este año, dos), se planchan, se cosen los escudos y se cuelgan en el salón hasta el día que nos despertemos y sea el gran día. Miramos que nuestras cruces y medallas estén en su sitio. Lugar que han estado todo el año viendo como llegaba su momento para representar, una hermandad, MI hermandad.
Esa que, desde pequeña veía en un segundo plano. Como mi padre se ponía la túnica, la que estaba colgada en la puerta del dormitorio de casa de mi abuela para que no arrastrara por el suelo. Mirando que fuera la correcta. Porque no era la única.
Sones de cornetas. Flores que caen del cielo. Caramelo en Luis Montoto. Bocadillo. Una calle donde los pasos no se paran. Noche de miércoles santo. Saeta en Calle Goya. Luces apagadas. Me voy a dormir.
Años, dónde la historía se repetía cada Míércoles Santo.
He crecido, o al menos eso creo.
Años, dónde la historía se repetía cada Míércoles Santo.
He crecido, o al menos eso creo.
Ahora soy yo, la que años después toma el relevo de llevar con orgullo mi cruz de hermana. Esa hermandad que cada Miércoles Santo acompaño junto a mi hermana y mi prima. Gracias Papá por involucrarme esta creencia. Gracias Tío Ramón por hacer que fuera esta hermandad. Mi hermandad. La Sed.
Toma tu Cruz y Sigueme, Sacia mi Sed que te espero en cada esquina para caminar a tu lado. El, te espera para que le acompañes a su vera. En cada rincón, en cada calle, en cada plaza, sin importar mas nada que tu estés junto a el, junto al amigo que nunca falla, junto al que te espera cada tarde para conversar, para hablar.
ResponderEliminarNunca dejes de tomar ese relevo, Cruz de la Hermandad por el amor forjada, Cruz con orgullo llevada. No la veas por su porte y elegancia, mirala que es sencilla, echa de la raiz, de donde sale la propia vida, donde cada uno somos dueños y libres de ella misma.
Raúl
Ohh!! Qué lindo Raúl, me alegra que te guste las cosas que dejo en mi blog. Llevas razón en que nuestra Cruz es sencilla, pero no por ello, menos importante. Un beso
ResponderEliminarPrimitaaa (L) Tequieroo.. me ha encantado esta entradaa =D
ResponderEliminar