jueves, 15 de diciembre de 2011

La tranquilidad ante la luz del universo


La noche estrellada es una obra maestra del pintor neo-impresionista, Vincent van Gogh. Este cuadro muestra la vista exterior desde la ventana del sanatorio de
Saint-Rémy-de-Provence, lugar donde, el pintor terminó sus días.

Lo traigo aquí, no sólo porque me fascine como cuadro, sino porque dentro de esa tranquilidad que guarda ese pequeño pueblo, un gran universo se mueve sobre él. 

Es luz.

Aquí os dejo esta gran obra.




domingo, 20 de noviembre de 2011

La Catedral desde las alturas



Lo que la Catedral esconde... o escondía....

Lo que durante siglos ha sido un privilegio para pocos, hoy, a día 20 de noviembre de 2011, hemos aprendido de los símbolos, de la luz, de escaleras en caracol, del arte, de la piedra, de nuestra historia, de la Catedral de Sevilla desde las alturas.



A través de una escalera de caracol situada junto a la Puerta de San Miguel, comenzaba nuestra visita.

50 escalones hasta llegar a un primer balcón desde donde escuchamos con detenimiento las primeras palabras del guía. Nos contaron desde una Catedral que fuera Mezquita hasta la disposición del altar, el gótico como comienzo y su arte de labrar ante los ojos de Dios y el renacimiento como humanismo.
                   

A continuación, lo que desde la calle no somos capaces de ver, vimos el rosetón que se encuentra bajo los pies de la Catedral para posteriormente pasar a recorrer todos los balcones del interior. Desde ellos pudimos ver cómo los ángeles están tallados al detalle hacia la nave y sin tallar hacia los balcones. 


Como paso intermedio en ese recorrido por los balcones, salimos hacia la zona de arbotantes y flamígeros. Con cuidado de no resbalarnos.


Entrada para poleas e iluminación del interior.


Entre lo robusto y el detalle.


Fecha labrada en la piedra para identificar una labor que realizaría alguien sobre ella.


El altar mayor y su estructura trasera

Aunque visites un lugar, siempre se aprenden cosas nuevas cada vez que se va. No me imaginaba lo que la Catedral escondía en sus alturas. Una experiencia que se debe vivir.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Silencio en el levante

El Vaporcito de El Puerto se hunde tras chocar contra el cantil del muelle

Una vía de agua causada por una colisión ha provocado el rápido hundimiento del 'Adriano III'. Estaba declarado Bien de Interés Cultural por la Junta desde 1999." 




 
















Diario de Cádiz 31 de Agosto de 2011.
  

La voz digital 31 de Agosto de 2011.

Permítanme que les escriba unas líneas porque bien se las merece el acontecimiento que hemos vivido no sólo los portuenses, sino todo aquel que alguna vez viajó desde el Puerto a Cádiz.

Supongo que, porque al enterarme no fui la única que derramó una lagrima, porque con él, se fue no sólo la imagen del Puerto, sino nuestros recuerdos:

Piii, Piii... (pero en sonido grave)

¡¡ Mamá, mamáaa, ya sale!!
No hija, aún le queda un cuarto de hora para salir...

Piii, piii, piii....Ahora, ¡si!

Tardes y tardes de levante que atravesaba mi ventana y traía consigo los sones de este emblemático símbolo portuense, llamadas a los portuenses de su salida, viajes a Cádiz ante viento y marea, sea poniente o levante, daba igual, el siempre hacía su pasaje.

No importa que visitase el mayor crucero del Mediterráneo nuestras tierras gaditanas, siempre tenía su lugar entre ellos. Tan pequeño y tan grande a la vez.

Era crujir de las maderas al navegar, olor a mar,  las historias de mi abuelo, brisa marinera y nuestros recuerdos: de nuestros abuelos, nuestros padres, de nosotros, al timón o de pasajeros, por trabajo o por disfrute, para turistas, para nosotros...

Para la historia, nuestro Vaporcito del Puerto.

domingo, 14 de agosto de 2011

Blackberryzados, ¿conectados o enganchados?

Estamos Blackberryzados o en su defecto, iphonizados. Como si de un título de película se tratase, así defino mi sociedad actual.  Por supuesto, con una palabra inventada por mí.

La sociedad se divide en 3 grupos muy diferenciados: el que tiene iphone (que nos comunicamos con ellos vía whatsapp), el que tiene blackberry y el que no tiene nada porque reniega de blackberry o porque tiene un móvil de los que ahora ya no sirven para nada.

El privilegiado que posee un iphone lo enseña mil y una vez de hecho, se ha comprado su fundita transparente para que nadie dude de la existencia de su iphone (1, 2, 3, 4... ¿qué número va ya?). Poseen tropecientas aplicaciones que no me creo que utilicen ni la mitad. Siempre que se hace una foto en grupo, aunque los de la blackberry queramos hacer una buena foto, siempre habrá un iphone que la haga mejor. Por supuesto, después de haber intentado hacer la foto por lo menos 3 veces con alguna blackberry.

Pero estas personas no se salvan de estar enganchados a estos aparatitos... Ni mucho menos... Desconozco como dicho elemento avisa de nuevos mensajes, pero los blackberryzados tenemos la... LUZ ROJA! Dicen estudios científicos que llegamos a estar deprimidos si no tenemos la luz roja parpadeante en nuestro móvil.

Bueno, pues, la blackberry, dícese de aquel teléfono móvil que ha evolucionado hasta tenernos totalmente conectados (o ¿enganchados?) hasta tal punto que ya no nos decimos adios cuando nos separamos físicamente de los amigos, directamente nos decimos, ahora hablamos por la blackberry. Cuando estamos reunidos ya no miramos el móvil para ver si nos han llamado o tenemos un sms, no, vemos si alguien nos ha escrito al facebook, al tuenti, al chat de la blackberry, al whatsapp, twitter (aunque yo no tenga de éste)... montones de cosas que hacen que la batería de mi blackberry dure menos de un día.

Las reuniones de amigos se han convertido en transferencias de fotos, hablar con otros que no están en la reunión a través de los grupos del chat, traspaso de PIN, comprobar lo que tenemos cada uno guardado en nuestras bb (abreviatura de blackberry)...

En definitiva, estamos en una sociedad que cambia por momento, ayer eran los sms, los toques al móvil, ahora son las blackberry o los iphone y ¿qué será mañana?

lunes, 11 de julio de 2011

¿Dónde se mete el rancio en verano?

Rancio. Si. Rancio. Algunos diréis y, ¿por qué rancio? Algo rancio querido lector, es alguna cosa tan típica de un lugar que es inevitable asociarla a ese sitio. Quizás el que no sea de Sevilla no lo sepa, el rancio típico sevillano no se pierde una acto sevillano, es aquel que odia "las setas" (aunque ahora cuando sube arriba de dichos gofres, le gusta las vistas porque se ve la giralda), es aquel que llega Cuaresma, saca la chaqueta del armario y ya no la guarda hasta la siguiente Cuaresma es decir, va a todos los actos que pueda tener la ciudad.

Pero yo quiero ir más allá. ¿Qué pasa en estas fechas? ¿Dónde se mete el rancio? O mejor aún, ¿Qué es lo rancio del verano? ¿Chipiona? ¿Sanlúcar? Ese es el rancio rancio, pero yo quiero sacar una nueva definición de rancio o ramificaciones de lo rancio del verano. Al menos para mí, versión El Puerto.

En verano existe el rancio sevillano modo Valdelagrana o el rancio madrileño modo Vistahermosa. El primero de ellos, se viene la familia entera a un pisito que han alquilado y que cada vez que se le habla del Puerto en invierno dice: Ay! Si! Valdelagrana. No mire paisano, El Puerto no es solo Valdelagrana o Romerijo. El segundo de las especies trae algún hijo de más. Por supuesto, todos vestidos iguales, cada cual más rubio. Bolsos enorme de paja donde meter las toallas nuevecitas que se han comprado para estrenar en el sitio más rancio de Vistahermosa, el Club el Buzo, junto a la rampa aún más rancia si puede.

Pero entrando en materia, y esto va dedicado a todo aquel que se sienta identificado, rancio en el Puerto, ¿Qué hay de rancio en el Puerto de Santa María?

HOYYYY HAYYY PATATAAAAA!! EL PAAAPIIII!!! Cuando sabía a las patatas del Parque. Otro sitio, el Parque Calderón, rancio por naturaleza, cacharritos mientras te comías un helado de Soler (a la vuelta de la esquina), una tortillita campera del bar Apolo, los pisos marrones de Vistahermosa, el Vapor (dos toques y al cuarto de hora, 3), el día de la Patrona con la alfombra de sales de colores...

Señores Portuenses ¿Se os ocurre más?

domingo, 5 de junio de 2011

No es una afición, es algo más

"Quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de toros” Joselito El Gallo.

Ya se acerca la hora de conocer la nueva temporada taurina y he pensado que qué mejor momento de recordar...

Dibujo del Pintor Juan Lara. Incendio de la 4º plaza.
Con un diámetro de 99,80 m y una altura de 3 pisos, se encuentra en la calle Valdés, la plaza de toros del Puerto de Santa María. De segunda, sí, ¿y?

"Los primeros datos son de 1796 donde ya hacía varios años que venían celebrándose corridas de toros en lo que actualmente es la plaza de la Herrería. Este circo de la plaza de la Herrería era sin duda lo que se conocía por Plaza de Galeras. Hay que pensar que los edificios que cierran aquel espacio por la parte del río no estaban todavía construidos, de modo que la Plaza se asomaba en semicírculo a la Marina, precisamente por aquella parte donde estaría ubicado el antiguo muelle de las Galeras Reales." “Plaza Real” Manuel M. Alfonso

Pero cabe destacar como fecha relevante, 1880, fecha en la que el Puerto de Santa María vería construida la actual plaza que llega hasta nuestros días. Cabía más allá de lo que el Puerto era capaz de albergar, una plaza para la Bahía, una plaza de categoría...

Por eso, para qué guardar imágenes tan interesantes como estas, mejor mostrarlas:
     

Corrida de 1770 (izquierda) y corrida de inaguración en 1880 (derecha).
 


Estas imágenes corresponden a principio de siglo cuando la plaza estaba compuesta por compartimentos en el primer piso.
  


En la década de los 60, la plaza sufrió una reforma de dimensiones considerables: se desarmaron los pisos, se consolidó el tendido, se cerraron puertas del primer piso...

Se realizó una estructura metálica en los pisos y desaparecieron los compartimentos antes mencionados. Entiendo que para darle más cabida a la plaza.



Pero mi intención de esta entrada no es citar una historia de un edificio, ni magnificar algo que ya lo es. No le hace falta que alguien como yo lo haga. Quiero contar una vivencia, la tarde de toros, mi tarde de toros...

Se acerca agosto, tardes de sol y playa, las 6 de la tarde, tarde de toros, pero toros en el Puerto.

Ya suenan los clarines en presidencia ensayando. Cojo mi asiento y mis gafas de sol, porque en mi sitio, que por cierto es primer piso de sol, son dos cosas indispensables. Y con tiempo... A veces y conforme avanza la temporada, más ajustado. 

Gente que te acompaña hasta la plaza "¿vas a los toros?", un cerco de coches alrededor de ella, policías. Expectación por lo que ocurrirá hoy.

"Corrida de expectación, corrida de decepción"
Ten eso en cuenta.

¿Anécdotas? A montones, desde un toro que no paraba de dar vueltas al ruedo y el torero detrás, algún que otro toro que se quería saltar la valla (menos mal que estoy en primer piso), alguna que otra cogida (de Morante, de José Tomás..).

Siempre recordaré a Juan, nuestro antiguo compañero de sitio como le decía a Enrique: "¡Eah! Ya lo han cogido, ya tiene una oreja el Tomás este..."

"Una oreja que no es merecida, si es que estamos en una plaza de segunda donde se regalan las orejas" Alguien añade.

Ya se va acabando la corrida, me habré aburrido más o menos, me habré emocionado, habré aplaudido... Un sin fin de hipótesis que se dan cada tarde del mes de agosto. Variedad. Anécdotas.

No es cuestión de fiesta española, de raza, de leyes que quieran prohibirlos... Es una vivencia, es tardes de agradables compañías, de pipas y sol. De cotilleos, ¡de grandes olés! De emoción.

Simplemente de tarde de toros.



Por último, ¿quién le iba a decir a mi abuelo que su nieta, décadas después, no se perdería una tarde de toros en el Puerto?  Qué me hubiera gustado haber compartido alguna tarde contigo, Sr. Presidente de la plaza.





martes, 26 de abril de 2011

Y si no salimos... tampoco pasa nada

Una de las peores semanas santas de la historia. Ni los más antiguos del lugar recuerdan una Semana Santa con cinco días casi sin cofradías. Ha sido la semana de las estadísticas. Desde la II República, en 1933, donde por motivos políticos, las cofradías no pudieron salir, no ha habido una Semana Santa tan frustrante como ésta. Y es que sólo el Domingo, el Miércoles y casi todo el Lunes Santo, se han salvado de las inclemencias meteorológicas.


Los meteorólogos, unas veces con más acierto y otras con menos, han sido los verdaderos protagonistas de una Semana Santa que nos ha dejado huérfanos de su núcleo central —Jueves, Madrugada y Viernes Santo—, donde no salió ninguna cofradía. Tampoco el Martes y Sábado Santo. El Lunes, por su parte, empezó mal —con el Polígono sin salir— pero acabó con el resto en la calle.


Ha sido la Semana Mayor sin sus mayores exponentes devocionales: Macarena, Gran Poder, Esperanza de Triana, Gitanos, el Cachorro... Sólo se mojaron con verdaderos aguaceros el Dulce Nombre —el Martes Santo—, la Trinidad y el Sol —el Sábado—. Y es que a la Catedral sólo han llegado este año Jesús Despojado, Paz, Cena, Hiniesta, San Roque, Estrella, Amargura, Amor, Redención, Santa Genoveva, Santa Marta, San Gonzalo, Vera Cruz, Penas, Aguas, Museo, Carmen Doloroso, Sed, San Bernardo, Buen Fin, Lanzada, Baratillo, Cristo de Burgos, Siete Palabras, Panaderos, Sol y Resurrección. Noticia de la página web: www.pasionensevilla.tv


Una foto desde las sillas que por primera vez nos han tocado y que no hemos podido disfrutar.


Ya se presagiaba una Semana Santa como la que ha pasado, pero no esperábamos que fuera así. Un Sábado Santo con ganas de más, un Domingo de Resurreción que ni los Resucitados de tantos sitios se esperaban tanta gente para verlos. Y sí señores, fue así.

Una Semana de agua, una semana de lágrimas, una semana de... ¿y ahora qué hago? No he escrito más veces "Vaya asquito de semana", como la de ésta.

Pero no debemos quedarnos con eso. También ha sido una semana de emoción, de estrenos, directa e indirectamente. Con dos vivencias distintas, un Domingo de Ramos que empezaba así,

http://www.youtube.com/watch?v=3ppuNBXYRuk (Va por tí, Costalero de la Amargura) 
Vaya video, Pedro. Lo vas a tener difícil el año que viene para superarte.

Un paseo junto a mi hermandad del Puerto que ya no la concibo sin mi compañera de sitio. No sería lo mismo sin tí, ni sin mi fotógrafa favorita y su gran bolso. Bueno, y "Andradessssssss... que te voy a llamáaaaa". Este año si que he sentido esos andares cerca, tanto que como me descuidara y me quedara parada, una maniguetera  (que ella sí que lo vive aun más que todos nosotros) acabaría adelantándome.

Y terminaba comiendo bocadillos (uno no, sino dos) en el suelo de la hermandad todos juntos.

Miércoles Santo... un día íntegro y exclusivamente para la hermandad de Nervión. Un día de prisas, de levantarme temprano, de que no se olvide nada, de nuevos sitios, de 12 de la mañana,


de no beber agua (cosa que este año no he podido evitar y he conocido la Iglesía de San Esteban por dentro), de no llevar gafas, de mi familia, de los que ya no pueden salir y no dejan la hermandad (y que no irán con su túnica, pero como si la llevaran), de nuevos compañeros de... (este año, estandarte, nada de tramo), de  ¿cuándo llegamos?

... de ilusión.

De espera, de Consuelo de María, las dos y media de la madrugada y entrada.

"Y si no salimos... tampoco pasa nada" ¿A quién no le han dicho esto esta semana? Por desgracia, a muchos de nosotros, que por cierto me incluyo. Pero me equivoco al pensar que es una frase con un toque negativo. Algunos piensan que los cofrades sólo nos importa una semana al año, se equivocan.

¿Y si no salimos? NO PASA NADA, compartiremos muchos momentos más: feria, convivencias... que sabemos serán igual de emocionantes que esta semana. 

Por cierto, ya tengo mi traje de flamenca preparado.

martes, 19 de abril de 2011

Y nos fuimos de estreno

¿Quién me iba a decir a mí que viviría una estación de penitencia por partida doble? Que me perdería un Domingo de Ramos en Sevilla, que había Semana Santa más allá de la Avenida de la Palmera.

Que viviría risas en noches de verano, misas y su correspondientes noches de ágapes, convivencias (cada cual mejor), zambombás, besapié y besamano de nuestros titulares... 

Un año entero cargado de vivencias que culminan con la Cuaresma y que este año llevaba a sus espaldas un toque especial. 

Y no soy la única que se ha dado cuenta:

Noticia extraida del Diario de Cádiz a fecha: 18 de Abril de 2011

Emoción contenida en San Joaquín

Los costaleros volvieron a hacer gala de su buen hacer bajo los pasos

Cinco de la tarde en la parroquia de San Joaquín. Hace pocos minutos que se han abierto las puertas y han dejado paso a la cruz de Guía de la hermandad de la Flagelación. Numeroso público se arremolina en las afueras del templo para ver la salida de la procesión, una de las más emocionantes de la Semana Santa local debido a la dificultad que conlleva la salida de las imágenes, sobre todo la del paso de Palio,  lo que requiere una habilidad excepcional por parte de los costaleros, que sacan a la Virgen de rodillas.

Media hora más tarde los dos pasos de la hermandad ya están en la calle y la salida ha sido tan emocionante como siempre, el esfuerzo de los costaleros se ha visto recompensado por los aplausos y el respeto de los allí presentes.

Este año de nuevo la hermandad retrasaba casi una hora su salida, ya que en los dos años anteriores lo había hecho más temprano ya la recogida  había sido demasiado precipitada. Ayer, además, la hermandad realizó algunos cambios con respecto al recorrido del año anterior, por ejemplo al dejar de pasar por la plaza de Isaac Peral, tomando en su lugar las calles Cervantes y Chanca, accediendo después a Larga desde la calle Cielo.

Del desfile de ayer cabe destacar el estreno del manto de Nuestra Señora de la Amargura, en virtud de un diseño de David Calleja, donado y realizado por un grupo de hermanas. En los bordados del manto destacan elementos a juego con los detalles del palio, como algunos racimos de uvas. El paso de  misterio, por otro lado, sigue adelante con su proceso de dorado, quedando aún pendiente la conclusión de los laterales del mismo.

La recogida del último paso de  la procesión se producía pasadas las doce de la noche, un momento también muy especial que cada año siguen desde las puertas de San Joaquín numerosos  portuenses devotos del Cristo Flagelado y de María Santísima de la Amargura.

No sé que habrá sido, ¿habrá sido el manto que con tanto orgullo ha lucido este año? 


¿Habrá sido gracias al cariño que día tras día han derramado sus hermanas sobre él? Sí que lo sé...

Es cada detalle.






Porque no hace falta ser numerosa para sentirse grande, no hace falta ser una hermandad de Capital para sentirse HERMANDAD. Porque yo no lo sabía... y ahora lo sé.

Porque detrás de las puertas de la iglesía de la Calle Cielo, se esconde una flor. La flor de San Joaquín. La Amargura. 


Pero todo esto es posible gracias a todos los que están detrás, porque sin ellos y cada DETALLE que aportan, no sería posible. Porque luchan contra viento y marea a todas las posibles críticas  para hacer posible cada vivencia.


Y me vuelvo a repetir: ¿Quién me iba a decir a mí que viviría una estación de penitencia por partida doble? O mejor aún, ¿Quién me iba a decir a mí que me perdería un Domingo de Ramos en Sevilla? Pues sí, y aquí estoy, soy hermana de la Amargura, pero la Amargura del Puerto de Santa María.

lunes, 11 de abril de 2011

A sones de Margot

Primero, música de fondo, Margot, por supuesto.

De la banda de la Oliva de Salteras, que no iba a ser menos.

Menos de una semana para su llegada, pocos días.

Semana de abril, días de sentimientos, horas de cansancio, minutos de aplausos... que ya se acercan, que rememoramos de años anteriores, que soñamos.

Este año se ha hecho larga su espera, y lo sabiamos desde que mirábamos el calendario en navidades y deciamos:  ¡qué tarde es este año! Abril, anda que no queda lejos...



Pues ya está aquí, ya sacamos las túnicas del armario (este año, dos), se planchan, se cosen los escudos y se cuelgan en el salón hasta el día que nos despertemos y sea el gran día. Miramos que nuestras cruces y medallas estén en su sitio. Lugar que han estado todo el año viendo como llegaba su momento para representar, una hermandad, MI hermandad.




Esa que, desde pequeña veía en un segundo plano. Como mi padre se ponía la túnica, la que estaba colgada en la puerta del dormitorio de casa de mi abuela para que no arrastrara por el suelo. Mirando que fuera la correcta. Porque no era la única.


Sones de cornetas. Flores que caen del cielo. Caramelo en Luis Montoto. Bocadillo. Una calle donde los pasos no se paran. Noche de miércoles santo. Saeta en Calle Goya. Luces apagadas. Me voy a dormir.

Años, dónde la historía se repetía cada Míércoles Santo.

He crecido, o al menos eso creo.

Ahora soy yo, la que años después toma el relevo de llevar con orgullo mi cruz de hermana. Esa hermandad que cada Miércoles Santo acompaño junto a mi hermana y mi prima. Gracias Papá por involucrarme esta creencia. Gracias Tío Ramón por hacer que fuera esta hermandad. Mi hermandad. La Sed.

miércoles, 6 de abril de 2011

Marzo ha pasado...

Marzo ha pasado. Cargado de buenos y malos recuerdos. De hojas caídas, aún siendo primavera, y sentimientos robados. De incertidumbres no anunciadas y decisiones acertadas. ¿o no?







De miradas desenfocadas de antaño,











convertidas en luz y color.







De sentimientos robados en una mañana,
A otros, redescubiertos, como quien guarda
algo en un cajón y lo encuentra años después.




De amistades que demuestran lo que valen, sólo con su presencia.

Pero aunque los días no hayan sido como uno quiere, o sean fruto de sentimientos contradictorios, siempre hay que tener una meta. Costará más o menos, pero yo la voy a encontrar.


domingo, 6 de marzo de 2011

Ya están aquí... y algún dulce más

¿Cuál fue mi sorpresa al pasar por la pastelería de la Plaza de la Magdalena? 

 
Te pueden gustar más o menos...   Pero son ellas, son las torrijas... Preludio de una Semana Santa, de azahar, de flores en flor, de sol... De primavera.

¿Quién no asocia un pastel a una época del año? Porque yo, SI.

Pero en estas fechas:
Las torrijas.




y montones de pasteles más, cada cual más monumental: