Prometía allá por el mes de Febrero cuando, junto a mi amigo Juan José, escuchábamos en la Fundación Cruzcampo al propio Félix hablar sobre su libro. Una presentación algo distinta de lo habitual, ya que fue el gran Paco Robles quien, a modo de diálogo-entrevista, iba dando sus impresiones sobre el libro mientras preguntaba al autor.
No tardé mucho en empezarlo.
Dos historias ocurridas en dos momentos distintos que se entrecruzan debido al descubrimiento en la Plaza del Cristo de Burgos de un caldero.
Una joven arqueóloga llamada Florentina será la artífice de tal descubrimiento. Éste caldero procedía de la época de la peste en Sevilla, 1649. Es ahí, donde de manera paralela, la arqueóloga buscará descubrir todo lo que acontecía a tal objeto.
Pero para mi gusto, lo más interesante no ha sido la historia de la arqueóloga y los personajes que a su alrededor se encuentran. Lo mejor se encontra en la historia del esclavo Esteban y su señor, Don Fernando de Almonte. Cómo el autor nos traslada al año 1649 para conocer una Sevilla diferente, desolada por la grave enfermedad que hará morir a más de la mitad de la población.
Cuadro de la epidemia de peste donde se muestra la multitud delante del Hospital de la Sangre. Obra situada en el Hospital del Pozo Santo, Sevilla. |
Una supervivencia que llevará a nuestros protagonistas a salvar la vida de la hija de Don Fernando (Isabel o Ñá Sabé que custodia Estebanico) con la ayuda de magia algo oscura mediante el uso del caldero.
En conclusión, un libro que ha sido interesante de leer y el cual recomiendo para entender, bajo la visión del autor, la Sevilla de la peste. Esperando el siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario